lunes, 26 de enero de 2009

UN AÑO DESPUES LOS LIBERTADORES

REPORTAJE A LOS LIBERTADORES ENERO 2009.

Un año despues hemos vuelto a ver si ha progresado el tema y nos encontramos con un panorama aún más complicado. Es tral la cantidad de personas que han venido desde Argentina que han debido esperar hasta diez horas para ser atendidos los buses.

A continuación es un especie de libreto para una denunica que se esta efectuando en base a videos tomados en el Complejo a diferentes personas, ususarios de los servicios de Los Libertadortes. Hay testimonios de conductores y de pasajeros.


Introducción.

La construcción del complejo Los Libertadores en el Llano de la Calavera en medio de la Cordillera de los Andes camino a Mendoza, se decidió para resolver los problemas de su época. Antes la frontera estaba ubicada en borde mismo de la montaña a los pies del Cristo Redentor, cerca del Túnel ferroviario. Esta era una zona muy riesgosa de aludes y permanecía tres o cuatro meses no operativa, por los temporales de invierno.

El Tráfico era incipiente, la carga se movía por ferrocarril y los pasajeros por auto o por un tren especial El Transandino. Para los pasajeros en tren demora casi un día entre Santiago y Mendoza. Debían salir muy de mañana y estar en la frontera al medio día después de un trasbordo en San Felipe. Era un viaje muy especial por la belleza que se podía observar desde un vagón subiendo a 3000 metros, por una ruta sinuosa y escarpada.

En esa época el movimiento de pasajeros con Europa, se hacia por barcos que tenían como puerto el de Buenos Aires y el tren hacia la combinación entre Santiago Mendoza con destino final Buenos Aires. Pero a partir de 1970 comienza una evolución que trae consigo un cambio en los modos de transporte. A partir de las conversaciones para mejorar la Integración Física entre Chile y Argentina, ambos países acuerdan construir un Túnel Carretero lo cual implica el cierre del ferrocarril y su reemplazo por tráfico carretero de personas y carga. El desaparecimiento del ferrocarril, dejará un recuerdo en muchos caos eterno, entre las personas que alguna vez lo usaron, pasa a ser anecdótico y da cabida a imponer una reprovisión, posibilitando proyectos como la reinstalación de El Tren Transandino.

El ferrocarril era más decorativo que efectivo. Su uso practico era casi nulo, lo que hacia que las mercancías fueran transportadas por barco entre Brasil- Chile y Argentina –Chile. Al ponerse en marcha el uso de la carretera se supero el transporte ferroviario en una proporción de uno a cien. Un convoy ferroviario podía mover apenas 100 toneladas y solían operar un par de trenes en el día. Con ocho camiones se reemplazó la oferta ferroviaria. En la actualidad el promedio de camiones es de 600 diarios. O sea el equivalente a 150 trenes.

En la actualidad más de 850.000 personas al año van y vienen por el paso Los Libertadores. Casi dos mil personas diarias. En los últimos diez años ha tenido un crecimiento del 46%.

Si pensamos que el transporte en el año 1977 cuando comienzó a operar el Complejo Los Libertadores, no se movían camiones ni buses. El transporte de pasajeros era realizado por automóviles, de servicio público y de carácter privado.

Una vez que el Túnel Carretero Cristo Redentor comienza a ser utilizado, comienza el uso de camiones de alto tonelaje y de buses tipo pullman. En ese momento ya hay problemas de atochamiento en el Complejo en determinados momentos, como cuando se cierra el Paso por varios días, se acumulan vehículos durante días y cuando pasan el Complejo ya se saturaba, con colas de vehículos de varios kilómetros.

Si analizamos el hecho que en la actualidad el tráfico de buses, más que se ha triplicado y el de camiones cuadriplicado, el Complejo construido para atender automóviles, se hace obsoleto y pasa ser un factor limitante para un desarrollo adecuado de nuestro comercio exterior chileno y en especial para el turismo.


Costo de operación

Salvo el pago de peajes que se hace en una boletería en las afueras del Complejo, (que bien podría colocarse mas abajo en la carretera) para el usuario del automóvil no tiene mayor costo monetario el ingreso a Chile o Argentina.

El pasajero de bus debe dar una propina voluntaria al maletero. Estos trabajadores no son dependientes de nadie. Se les autoriza a efectuar una labor, contra una propina voluntaria. Esta labor es obligatoria para todos los buses y taxibuses.

Para el Estado mantener dotaciones de funcionarios que deben laborar en tres turnos, cuando el Complejo esta abierto las 24 horas, al parecer es bastante oneroso. Estas dotaciones se renuevan cada diez días. Es decir cada cargo debiera ser ocupado por seis personas en el mes.

Pero el costo operativo es menor en función del costo de oportunidad que implica a los empresarios dueños de camiones de tener que esperar dos o tres horas, para poder comenzar a bajar y llegar a un Terminal Terrestre de Cargas atochado desde su inauguración. Las horas perdidas en la frontera implican, muchas veces, perder el día de trabajo del camión.

En el caso de los buses igual forma. Si se estima que las horas de espera en frontera hay un costo directo de conductor por horas extras y de posibilidad de destinar el bus a otro trayecto nacional.

Descripción del control de pasajeros.

El bus llega a Los Libertadores y pasa a integrar una fila de los otros buses que han llegado con anterioridad. Los buses de los servicios regulares autorizados provienen de Sao Paulo, Buenos Aires, Asunción, Córdova, Montevideo, Santa Fe San Juan y Mendoza. Estos últimos son los que están en mayoría (Hay cerca de 100 frecuencias diarias autorizadas entre ambos países). En un momento de peak podrían formarse colas de hasta 100 vehículos. También se agregan a estos buses los que efectúan servicios como turismo o viajes especiales.

Para llegar a Los Libertadores los buses muchas veces deben competir, en carreras peligrosas para los pasajeros. Se debe pensar que es un camino en subida, muchas curvas y con bastante trafico. Llegar primero que otro bus que se encuentra en el camino, significa media hora menos de espera.

Una vez que toma su turno el bus y antes que se introduzca en el interior del Complejo, bajan sus pasajeros y se dirigen a la zona de control de emigraciones en el caso de la salida de Argentina y de Policía Internacional en el caso del ingreso a Chile. Los pasajeros que no tienen problemas de salida de Argentina pueden ingresar a Chile. En caso de tener problemas de documentación se provocan retrasos significativos. Esta situación debería ser controlada en las agencias donde se venden los pasajes. En el caso de los pasajeros peruanos que provienen de Buenos Aires, sobretodo en los menores de edad, se presentan problemas documentarios al no contar con los permisos de los padres para viajar.

Una larga cola de pasajeros debe bajar del bus y caminar hasta el lugar de control. En verano no hay mayores problemas pero en invierno deben soportar hasta menos diez grados bajo cero y caminar sobre hielo, son contar con zapatos adecuados. Se producen caídas y accidentes habitualmente entre las personas ancianas.

Realizado el trámite de Policía Internacional deben cruzar a la zona de revisión de Aduana-SAG, lugar donde esta estacionado el bus. Debe subir y bajar sus equipajes de mano. Este lugar poco atractivo oscuro, poco amigable, configurando un cuadro deprimente, tanto para los pasajeros como para los funcionarios. En este lugar se congregan las maletas de los pasajeros que han sido extraídas del bus por los maleteros y colocadas en unos módulos como mesas. Detrás de cada maleta debe colocarse su dueño. Se deben abrir las maletas y bultos. En algunas ocasiones un policía pasa con un perro entrenado y olfatea en busca de drogas. Posteriormente cada pasajero debe llevar su equipaje y pasarlo por el escáner. Si se encuentra algo sospechoso se procede a la revisión visual del equipaje en busca del objeto o sustancia que causo sospecha.

En caso de que el pasajero trate de internar productos que deben pagar derechos de aduana o bien productos prohibidos por disposiciones fitosanitarias. En caso deberá pagar los derechos inmediatamente o dejar en bodega de Aduana para su pago posterior en Los Andes o una multa en el caso del SAG si no los ha declarado. Hay aquí una diferencia con el Aeropuerto, donde el pasajero firma una declaración donde dice no traer productos prohibidos. Si se le sorprende con algún producto de ese tipo es sancionado inmediatamente al pago de una multa.

Mientras tanto el bus es revisado por personal de Aduana y SAG, en busca de posible contrabando y de mercancías que atentan contra las disposiciones sobre internación de productos fitosanitarios prohibidos.

El tiempo de operación entre que se bajan las maletas y equipajes a que son reacomodados en el bus, varía de acuerdo a los pasajeros y su cantidad de equipaje. Mientras mas lejos viaje el pasajero suele llevar más equipaje. Un bus con 60 pasajeros demora hasta 45 minutos en la revisión.

EL tiempo de espera para un bus que sale a primera hora desde Mendoza es variable en relación a la cantidad de buses que haya en la cola. No es proyectable un tiempo estándar, por los buses que provienen de otras ciudades. No es cosa de salir temprano de Mendoza, si hay buses que llegan primero a la frontera.

Coordinar La Frontera

En la frontera operan diferentes instituciones dependientes de diversos ministerios y son coordinados por el Ministerio del Interior, quien nombra un coordinador del Complejo.
El Servicio de Aduana, el Servicio Agrícola Ganadero, la Policía de Investigaciones, Carabineros de Chile y la Dirección de Vialidad, de parte de Chile, deben coordinarse para atender el Complejo. Deben destinar funcionarios y acatar las instrucciones del coordinador en cuanto a horarios y apertura o cierre del Paso, en invierno.

Hay otras personas que trabajan en el Complejo, son los empleados de las concesiones que operan en este espacio. Los servicios de baños, casas de cambio, puestos de venta de alimentos y bebidas, telefonía y venta de periódicos. Otras personas que trabajan en el Complejo son los maleteros.

Por el lado argentino se hacen presentes la Gendarmería, Migraciones y Aduana.

Las instalaciones que se observan son estrechas y pocas en relación a la cantidad de personal necesario para la atención básica de personas y carga.

Se entiende que es necesario cambiar de infraestructura, su ampliación es imposible debido a que el lugar esta copado y en invierno es peligroso.

Conclusiones

Las autoridades durante años han ofrecido soluciones, pero estas no se materializan. El tema de la frontera es de difícil entendimiento. Si por este paso cordillerano se hace comercio exterior y turismo y representa para el país un mayor costo su ineficiencia, porque la autoridad no toma cartas en el asunto y resuelve con prontitud este tema.

Se da el caso que por constituir un sistema de años nadie es capaz de modificarlo, porque se piensa que esta bien. El hecho que la dignidad de las personas este en juego a las personas que deciden no les interesa porque estas no alegan y no lo hacen potr5que estan acostumbradas a uqe sea asi el trato. No hay un espíritu de cambio. La Aduana de Los Andes estuvo en condiciones de abandono y de carencia de voluntad en cambiarla durante más de 20 años. Hoy se puede observar un cambio increíble en relación al pasado. Nadie puede imaginar la pobreza de instalaciones para el tráfico que había.

Con igual criterio hay que modificar el complejo Los Libertadores. La ubicación física es de criterio de los expertos. Pero incluso en Los Andes podría operar el Complejo, haciendo más humano el trato a las personas y a los funcionarios. El control fitosanitario debe buscar una manera tal que pueda darle eficiencia al sistema. Los escáneres de vehículos pueden ser usados en frontera.

El ahorro en las horas de espera mejoría el paso de turistas y significaría aumentar el numero de personas desde Argentina a las playas de Chile.